Ojo, hoy día me voy por las ramas. Hace un par de semanas me encontré con esto mirando unas revistas viejas que compraba mi abuelo:
Un anuncio de «Aji no moto«, el más famoso nombre comercial del «glutamato monsódico». Casi seguro todos uds. lo conocen, y los que no, lo han comido de alguna otra forma sin saberlo como aderezo de comidas preparadas.
Traducible literalmente como «el origen del sabor», lo menciono aquí simplemente porque me llamó la atención que ya en los años cincuenta llegara este producto y se le promoviera a partir de su origen japonés. Nótese la manera en que se da la dirección para entregar más información: Ajinomoto Co. Inc, Chuo-ku, Tokio, Japón. Por un lado, es curioso que a diferencia de las direcciones actuales no tenga ni código postal, ni número de manzana ni loteo (chome, banchi y esas cosas). Me imagino que con una dirección así de imprecisa, hoy en día la carta tardaría su poco en llegar a destino.
Por el otro lado, y aquí sí que hablamos de traducción, es que la dirección está en español. Correcto, podríamos pensar, si el aviso también lo está. Pero yo diría que no. Por lo general, si el objetivo del encargo de traducción pretende un intercambio postal, no sería necesario traducir la dirección. Bastaría con la transcricpción en letras latinas la dirección en japonés o poner la versión en inglés. Ambas opciones asegurarían un envío exitoso. Cualquier otra cosa, lo dudo. Ahora, tampoco creo que en ese entonces los sres de Ajinomot estuvieran preparados para recibir correspondencia en español. Pero bueno, ese es otro problema.