Otro dolor de cabeza para los estudiantes de japonés suelen ser los llamados «contadores» (助数詞, josuushi). A diferencia del español o el inglés, que sólo necesitan la cantidad y el sustantivo que desean contar, tres vacas, dos libros, three cows, two books; en japonés es necesario usar además un clasificador que indica la forma, característica u otra cualidad del sustantivo que se cuenta. Por ejemplo, si usamos las mismas vacas y libros, tendríamos: 牛三頭 (ushisantou) 本二冊 (honnisatsu). Literalmente, «vaca 3 cabezas» y «libro 2 volúmenes». Todo uso sin contador constituye un error gramatical. Ahora, para variar, la cantidad de contadores es enorme y de solo ver una lista dan ganas de salir corriendo. Por ejemplo, 匹 (hiki) es para animales pequeños, 枚 (mai) para cosas planas como hojas de papel, 羽 (wa) para aves, y así sucesivamente casi ad infinitum. Normalmente, los diccionarios traen un apéndice con listas de contadores para cosas tan variopintas como dioses, máquinas o lo que se nos ocurra.
Ya, pero no es para tanto, porque existe una manera de contar tipo comodín que podemos usar cuando no sabemos el contador que corresponde: el prefijo つ después del numeral. Ej. 1つの看板 (hitotsu no kanban) «un letrero»; 5つの椅子 (itsutsuno isu) «cinco sillas». Normalmente esa es la forma a la que nos aferramos para no tener que aprendernos los otros. En realidad, si bien antiguamente la cantidad de contadores era altísima y su uso correcto podía servir como indicador del nivel cultural de una persona, en la actualidad los que realmente se usan cotidianamente son mucho más limitados y el resto queda confinado a los diccionarios o a las obras literarias empingorotadas.
Ahora una anécdota: una vez al pedir una pizza en un combini (sí, guácala, lo reconozco), dije «pizza hitotsu onegai shimasu» (una pizza, por favor) aprovechando el comodín. La vendedora me miró y cortésmente me dijo «pizza ichi mai desuka» que viene a ser una cortés corrección del «contador para cosas planas», mai . Así que lo grabé en mi memoria decidido a decirlo correctamente la próxima vez. ¿Qué pasó? que por mucho más «mai» que usé, otra dependienta va y grita al encargado «pizza hitotsu!». O sea, la que usó el comodín fue ella, no por ignorancia, sino que porque sí.
Y lo último: toda esta historia de contadores nos puede parecer de lo más exótica, pero en castellano igual tenemos palabras que cumplen una función parecida: lonja, tajada, sarta. Ya, no es igual, ni obligatorio gramaticalmente, ni tan abundante, pero parientes lejanos sí que son. Y si los consideramos así, menos nos contará entender los contadores en japonés.
Aquí les dejo una listita con contadores para que disfruten (en japonés)